martes, 16 de diciembre de 2008

MODELO INTEGRAL DE DESARROLLO COMUNITARIO

En los últimos años surgen nuevos paradigmas que buscan orientar el futuro de las naciones del mundo. En este sentido, Venezuela no se ha quedado de lado y asume la concepción del Desarrollo Endógeno, como alternativa centrada en la búsqueda del desarrollo desde adentro. De manera que esta idea, se concibe como un modelo económico en el que las comunidades desarrollan sus propias propuestas, es decir, el liderazgo nace en la comunidad, y las decisiones parten desde adentro de la comunidad misma. El Desarrollo Endógeno busca la satisfacción de las necesidades básicas, la participación de la comunidad, la protección del ambiente y la localización de la comunidad en un espacio determinado, es decir, busca que los procesos locales y globales se complementen.

En este sentido, el Modelo Integral de Desarrollo Comunitario articula las acciones políticas, sociales y ambientales en armonía con el quehacer social de la comunidad. Es así como la endogeneidad, se plantea como meta el desarrollo en el nivel local, de la comunidad, pero que este desarrollo, a su vez, trascienda hacia arriba, influyendo en la economía del país, y del mundo. A tal efecto, el desarrollo endógeno sucede cuando las personas de una comunidad se organizan, se comunican y deciden compartir sus conocimientos para promover el progreso de su comunidad, utilizando sus recursos.

A esta búsqueda de progreso hay que ponerle corazón y voluntad, pues al organizarse cada persona está promoviendo también su propio progreso. El Desarrollo Endógeno se basa en el cambio del sistema productivo del país, para que cada región sea capaz de transformar sus recursos naturales en bienes y servicios que multipliquen el empleo y el bienestar social, lo que garantiza la calidad de vida para las personas y el medio ambiente.

De manera que el Desarrollo Endógeno busca incorporar a la población excluida y adoptar nuevos estilos de vida y de consumo, por tanto impulsa una economía social, fundada en valores cooperativos y solidarios.

Por su parte, el Modelo Integral de Desarrollo Comunitario, se fundamenta en políticas centradas en tres ejes fundamentales: (a) Política Social; (b) Económica y (c) Ambiental. De esta manera se busca potenciar el verdadero desarrollo humano como proceso que permite ampliar las oportunidades de las personas, para hacer que el crecimiento del país sea más democrático y participativo. Para que esta condición sea posible, todos deben tener la oportunidad de participar en las decisiones comunitarias y disfrutar de la libertad humana, económica y política. De nuevo se evidencia que esta transformación resulta un proceso en que lo social se integra a lo económico, lo social y lo ecológico.

En el marco de estas consideraciones surge la concepción del desarrollo sostenible, como elemento que no puede ser ignorado cuando se trata de analizar el referido Modelo Integral de Desarrollo Comunitario. Al respecto, Chavez (2002), explica que se trata de “un desarrollo que satisface las necesidades del presente, sin menoscabar las capacidades de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades”. Es decir, es la renovación en el tiempo de los recursos y la re-utilización de estos por generaciones futuras.

Significa que en la concepción del desarrollo están presentes la dimensión humana y la preocupación ambiental, el respeto por el medio ambiente, la necesidad de lograr equilibrio entre el desarrollo y la preservación de la calidad de la vida y de los recursos naturales. Para ello, es fundamental que el desarrollo esté relacionado con la cultura de cada pueblo, y que se diferencie de acuerdo con las características de diversos grupos étnicos y culturales. El desarrollo sostenible implica el derecho de todo ser humano y de todos los pueblos a una existencia digna en un medio ambiente sano. Esto permite elevar la calidad de vida y el bienestar de toda la comunidad.

Como resulta evidente se trata de una labor compartida donde el esfuerzo de individuos y el colectivo cobra especial relevancia, de allí la importancia de definir el GTIR, como organismo institucional donde confluyen todos aquellos organismos y empresas públicas y privadas, así como organizaciones sociales y comunitarias que en forma interdisciplinaria desarrollan su acción en base al proyecto regional que permita favorecer el desarrollo endógeno regional integral.

Como resulta evidente el reto planteado atañe a todas las personas y organizaciones, en la búsqueda de una sinergia que permita promover las redes productivas, a fin de dinamizar los flujos comerciales, financieros, de información y conocimientos para establecer los espacios de concertación y así lograr que todo el sistema se aprecie como una unidad que busque la elevación de la competitividad del territorio en su conjunto.


No hay comentarios:

Publicar un comentario